Tratamiento del agua en piscinas

En esta entrada de blog te contamos de manera sencilla y práctica cómo cuidar el agua de tu piscina de poliéster para garantizar un estado óptimo para el baño.

Para ello será necesario realizar un tratamiento físico (eliminación de residuos sólidos mediante el paso del agua por el filtro) y un tratamiento químico (desinfección del agua con cloro o clorador salino). A continuación os hablamos con más detalles de los dos.

El tratamiento físico del agua consiste en acabar con los residuos sólidos que fluyen en el agua mediante el filtro de arenas o vidrio. Es importante revisar constantemente la presión que marca el manómetro del filtro. Cuando éste nos indica alta presión, es necesario hacer un lavado de arenas. Se recomienda revisar todos los años el filtro y hacer un cambio de la arena cada 3 – 4 años (con aguas excesivamente duras, el cambio debería realizarse antes), puesto que en este tiempo la capacidad filtrante de la arena empieza a perder efectividad debido a la compactación de la misma.

El tratamiento químico consiste en desinfectar con pastillas de cloro u otros métodos más modernos, como la cloración salina. Los dos parámetros que más nos influyen en el tratamiento diario del agua de nuestra piscina son el pH y el cloro, aunque también es importante tener en cuenta la dureza del agua.

ACLARANDO CONCEPTOS

¿Qué ocurre si los valores de pH no se acercan al neutro?
Los valores por encima de 7,6 provocan:

  • Disminución del poder desinfectante del cloro.
  • Crecimiento de algas y bacterias.
  • Irritación de las mucosas.
  • Precipitación de sales cálcicas, que se verán en la piscina como zonas blanqueadas.

Solución
Añadir un producto ácido para disminuir el pH, puede utilizar ácido clorhídrico o bisulfato sódico, específico para piscinas de poliéster. El ácido debe diluirse en agua previamente.
Los valores por debajo de 7 provocan:

  • Irritación en las mucosas.
  • Aumento de la turbidez del agua.

Solución
Añadir carbonato de sodio para aumentar el pH. Debemos tener en cuenta que el clorador salino tiende a aumentar el pH.

CLORO

El cloro es un gas que facilita la desinfección del agua. Normalmente se utilizan pastillas de cloro concentrado, polvo o líquido, o mediante el uso de clorador salino.

La forma de cloro más importante debido a su poder desinfectante es el ácido hipocloroso.

Existen otras formas de cloro, poco recomendables debido a que causan irritaciones y malos olores como el cloro combinado (cloraminas).

*Cantidades recomendables de cada tipo de cloro:

  • Cloro libre: mayor poder desinfectante. Entre 0,5-1 ppm / mg/l.
  • Cloro combinado: poder desinfectante muy bajo. Debe ser menor de 0,4 ppm.
  • Cloro total: suma de cloro libre y cloro combinado.

CLORO

En este caso, para que el clorador trabaje en condiciones óptimas necesita entre 5,5 y 6,5 g/l de sal.

Deben utilizar un tipo de sal libre de anti-aglomerantes para las piscinas de poliéster.

Debido a que los antiaglomerantes son sales de metales, que se depositan en el fondo y en las paredes,produciendo manchas de óxido.

A la hora de medir la cantidad de cloro, debemos tener en cuenta algunos factores.

Ejemplos:

¿Piensa que no tiene cloro su piscina?

Si su agua esta cristalina pero la medición marca como si no hubiera concentración de cloro. No se preocupe, esto se debe a que el tester necesita una concentración mínima de cloro superior al necesario para desinfectar el agua porque la sensibilidad del mismo es muy baja. Es decir, con poca concentración de cloro su piscina estará desinfectada. (*Véase: Cantidades recomendables).

En estos casos, el factor más importante es mantener el valor de pH en torno a 7.

La radiación solar y el exceso de temperatura son dos fenómenos que afectan a la estabilidad del cloro disuelto en el agua.

En estos casos será necesario el uso de los llamados estabilizadores de cloro, aunque siempre debemos asegurarnos de que el valor de este producto sea inferior a 30 ppm, puesto que a partir de esta cantidad, empieza a descender el efecto desinfectante.

El estabilizador de cloro por excelencia es el ácido isocianúrico. Se trata de un agente protector que actúa como filtro UV cuya concentración óptima es de 25-30 g/m3. Si llegara a los 75ppm, habría que proceder a la renovación del agua de la piscina.

DUREZA DEL AGUA

Es la cantidad de carbonatos, magnesio y sales de calcio disueltos en el agua.

¡Ojo!. Este parámetro no debe confundirse con la alcalinidad, que es la suma de todos los componentes que neutralizan los ácidos (carbonatos, bicarbonatos e hidróxidos).

La dureza se mide en grados franceses, el valor óptimo está en torno a 15-17 0F (125-175mg/l CO3Ca), para que el agua no sea corrosiva y tampoco genere precipitaciones.

Si la dureza del agua resultara muy elevada, sería recomendable poner un sistema de filtración, de forma que tanto la piscina como los equipos de la depuradora no se vean afectados.

Si esa opción no fuera posible, hay productos anti-calcáreos que evitarían las incrustaciones y son muy recomendables.