Precauciones con los niños en la piscina

En verano pasamos jornadas enteras a remojo y sin, duda, los más pequeños de casa son los que más disfrutan jugando en el agua. Pero para evitar accidentes, como caídas o incluso ahogamientos, debemos extremar las medidas de precaución. En este blog de PISCINAS DTP repasamos las más importantes.

Cada año se repiten las noticias sobre niños que se ahogan en piscinas. En la mayoría de los casos, una mayor atención por parte de los adultos habría evitado este fatal desenlace. Un descuido de pocos segundo puede ser determinante.

Por todo ello, la primera regla que debemos tener en cuenta es la de no perder de vista ni un momento a los menores que estén a nuestro cargo mientras disfrutamos de jornadas de baño. Aunque el pequeño se encuentre dentro del agua con manguitos, flotadores o colchonetas, tampoco debemos confiarnos. Pueden caerse de ellos o volcarse fácilmente.

Si está jugando fuera, en los alrededores de la piscina, la misma precaución. En cualquier momento podría caerse en ella.

Además de esta medida, debemos tener en cuenta otras precauciones para evitar ahogamientos u otro tipo de accidentes en el entorno de las piscinas:

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 No correr por el borde. Pueden resbalar y caer fuera o dentro del agua.

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No jugar a lanzarse desde el bordillo o a empujar a otras personas. Esto puede hacer que se golpeen, caigan en el agua en una mala posición o que se abalancen sobre otra persona que se esté bañando. Al tirarse de cabeza hay que comprobar que existe la profundidad adecuada.

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Cuidado con los juegos que consisten en aguantar la respiración bajo el agua. Se han dado casos de asfixia por esta práctica.

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Prestar mucha atención también cuando los niños se bañan en piscinas de muy poca profundidad. Pueden caer y después no ser capaces de levantarse por sí solos.

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Si tenemos tobogán, utilizarlo de uno en uno, evitar empujones o caer sobre otras personas.

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El hecho de que ya sepan nadar no debe hacer que nos confiemos y dejemos a los pequeños en el agua sin vigilancia porque no por ello están exentos de peligro. Pero si no saben nadar, debemos intentar que aprendan lo antes posibles. Hay cursos de natación durante todo el año dirigidos a todas las edades, desde los bebés de pocos meses, así que cuanto antes mejor.

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Si tenemos posibilidad de instalar una valla con un cierre inaccesible para los menores alrededor de la piscina, estaremos incorporando una buena medida de prevención que nos permitirá estar más tranquilos mientras no nos estamos bañando.

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También hay en el mercado alarmas para piscinas privadas, que nos avisan si se producen caídas.

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Los juguetes que utilicemos en el agua, como colchonetas u otros hinchables, así como los flotadores y manguitos, deben estar avalados por los controles de seguridad de la Unión Europea para evitar que sean defectuosos y supongan un riesgo para los niños. Cuando salgamos del agua, tenemos que acordarnos de no dejar los juguetes dentro, ya que los menores pueden tener el impulso de lanzarse a cogerlos.

Toda la precaución es poca. Pero si mantenemos la vigilancia y seguimos estos consejos, solo nos queda ¡disfrutar de nuestra piscina!